COMENTARIO DE TEXTO 3
Las calles son tan estrechas que desde la ventana de una casa se puede entrar en la casa de enfrente y las casas son tan altas como torres, de modo que la luz no puede entrar en los patios y en las calles. En estos lugares de la ciudad no existen cloacas, ni hay cañerías ni retretes y, por lo tanto cada noche las inmundicias, los residuos de por lo menos 50000 personas, son arrojados a los albañales (canales descubiertos), de modo que, a pesar del barrido de las calles, se produce una capa de suciedad estancada y un olor nauseabundo. Y con esto no sólo se ofende a la vista y al olfato, sino que además está dañada la salud de los habitantes (…)
Las habitaciones de las clases más pobres están en general muy sucias (…). En la mayoría de los casos constan de una sola habitación que por la pésima ventilación y a causa de las ventanas rotas e inadecuadas, es fría y muchas veces húmeda, y se encuentra en parte bajo tierra, siempre mal amueblada y por tanto inhabitable. A menudo un montón de paja sirve de lecho a una familia entera (…). El agua se obtiene solo de pozos públicos y la fatiga requerida para bombearla justifica, naturalmente, todas las suciedades posibles
Informe sobre la ciudad de Edimburgo leído en el Parlamento Británico
Fuente: libro de texto de Anaya: Hª del Mundo Contemporáneo. Pág. 122
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